- En 2019 recibieron su primer galardón del Programa Bandera Azul Ecológica.
Un grupo de 10 mujeres de Jicaral se dedican a elaborar productos cosméticos, medicinas a partir de la cera y la miel de abeja. Además de diversos productos naturales disponibles en la zona. La miel de es una de las principales actividades de esa región, por esta razón ante la falta de oportunidades, tomaron esta opción como la forma de aportar y mejorar las condiciones económicas de sus familias y de paso cumplir sus sueños de ser empresarias.
Organizadas desde 2011 en la Asociación de Mujeres Empresarias de Jicaral (Asomej), con perseverancia y visión lograron colocarse en el mercado local y actualmente buscan ampliar su alcance a nivel nacional, e incluso proyectarse a mercados internacionales.
“La mayoría de las asociadas somos apicultoras o estamos vinculadas a la apicultura. Dar valor agregado a productos de la colmena y de crear fuentes de trabajo e ingreso digno a las mujeres de la zona. Producimos diversas formas de cremas y jarabes y suplementos vitamínicos”, indicó Nidia Durón González, presidenta de la Asomej.
En este proceso tienen el acompañamiento de la Agencia de Extensión Agropecuaria de Jicaral del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), donde se les brindó capacitación en gestión agroempresarial, asistencia técnica y coordinación con otras instituciones para apoyo de la iniciativa, como parte de las acciones contempladas en la Política de Igualdad de Género para el Desarrollo Inclusivo en el Sector Agropecuario, Pesquero y Rural Costarricense 2020-2030.
En 2019 recibieron su primer galardón del Programa Bandera Azul Ecológica, ya que fabrican sus productos con la energía limpia que les proporcionan 20 paneles solares, instalados en su planta de elaboración y que permiten la mitigación de 6 toneladas de CO2 por año y un ahorro de 635 kW hora promedio mensual. Esto genera disminución en los costos de producción y las proyecta hacia la comunidad como una empresa con responsabilidad ambiental.
Los 20 paneles solares se obtuvieron gracias a la gestión del Corredor Biológico Peninsular y al apoyo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), la Fundación Crusa y la Fundación Banco Ambiental (Funbam). La organización también recibió apoyo del Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), Instituto de Desarrollo Rural (Inder), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad de Costa Rica (UCR).
Además, el MAG mediante una transferencia de fondos no reembolsables por más de ₡65 millones, las apoyó en 2018 en la adquisición de un lote en el que construyeron su planta de procesos.