¿Cómo tratar el envejecimiento de la piel?

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  • Se pueden enfocar en los factores extrínsecos controlables para que la piel luzca bien a medida que envejecemos.

A medida que envejecemos la piel pierde elasticidad y firmeza. Pero cuando estos cambios se presentan más temprano, se les llama envejecimiento prematuro.

Según la Academia Americana de la Asociación de Dermatología, hay dos causas:

  • El envejecimiento intrínseco: se refiere a factores genéticos y bioquímicos, así como también a los efectos de los cambios hormonales durante la vida.
  • El envejecimiento extrínseco: que son las agresiones externas, tal como la contaminación o los rayos UV, los hábitos de estilo de vida, tal como fumar o consumir mucha azúcar.

Se pueden enfocar en los factores extrínsecos controlables para que la piel luzca bien a medida que envejecemos.

A continuación, compartimos algunos puntos acerca de cómo tratar el envejecimiento de la piel:

  1. No confiar solo en el maquillaje como pantalla solar. Actualmente, es fácil encontrar maquillaje que ofrezca Factor de Protección Solar (SPF, en inglés). Sin embargo, no siempre ofrecen protección de amplio espectro. Esto significa que protege contra los rayos UVB, los que ocasionan el enrojecimiento de la piel y quemaduras del sol, pero no contra los rayos UVA que provocan las arrugas y manchas en la piel.

Los UVA representan hasta el 95% de la radiación que llega a la superficie del planeta, según informa la Fundación de Cáncer de Piel. Están presentes con la misma intensidad durante todas las horas del día y pueden atravesar las nubes, niebla y vidrio.

Lo correcto es aplicar pantalla solar con SPF de amplio espectro antes del maquillaje.

  • Evitar el uso de jabones. Las barras de jabón comunes pueden contener muchos ingredientes, tal como alcohol, fragancia y sulfatos que barren los aceites naturales de la piel. La barrera de la piel se debilita cuando se deshidrata y la piel seca no puede protegerlos contra los factores irritantes como la contaminación, virus y bacteria. Además, si bien la piel seca no provoca arrugas, sí las acentúa.

Por ello, lo correcto sería utilizar un limpiador hidratante sin sulfatos y luego una crema humectante que contenga antioxidantes como las vitaminas A, C y E.

  • No escatimar las horas de desanco. Cuando el cuerpo descansa, se renueva. Dormir ayuda en la regeneración de las células de la piel, incrementa la producción de colágeno y da a la piel un descanso del estrés ambiental (rayos UV, contaminación).

Un estudio realizado por el Departamento de Dermatología de UH Cleveland Medical Center encontró que dormir mal crónicamente está asociado a mayores signos de envejecimiento intrínseco, disminución de la función de la barrera de la piel y menor satisfacción con el aspecto.

Se recomienda dormir de 6 a 8 horas y tener una buena higiene del sueño. Por ejemplo:

  • Dormir a la misma hora todos los días.
  • Asegurarse de descansar en un lugar oscuro y tranquilo.
  • Evitar las pantallas electrónicas antes de ir a la cama.
  • No frotarse los ojos constantemente. La piel que rodea los ojos es especialmente delicada, por lo cual frotarse puede ocasionar arrugas, líneas finas y ojeras.

Se recomienda visitar a undermatólogo para descartar cualquier cuadro subyacente que podría provocar el frotarse los ojos y recibir un diagnóstico exacto y tratamiento, si fuese necesario.

  • No hacer del estrés crónico algo normal. Según Harvard Health, el estrés puede tener un efecto negativo sobre el bienestar general de la piel y exacerbar los cuadros severos de la piel, incluso soriasis, eczema, acné y pérdida del cabello.

El estrés crónico, vinculado a la sobreproducción de cortisol, puede también acelerar el proceso de envejecimiento.

Es importante realizar cambios en el estilo de vida para reducir el estrés. Por ejemplo:

  • Tener una dieta equilibrada.
  • Realizar ejercicio regularmente.
  • Domir lo suficiente.
  • Meditar.
  • Usar anteojos de sol. La mayoría de la gente solo usa gafas de sol para reducir el brillo del sol. Sin embargo, las gafas de sol deberían usarse todos los días, incluso los días nublados o fríos. Protegen a los ojos contra los rayos UV que pueden dañar los párpados, lente, retina y cornea. Además, el daño UV induce la sequedad, arrugas, surcos acentuados en la piel, flaccidez, pérdida de elastina y pigmentación manchada.

Por ello la importancia de utilizar lentes de alta calidad que ofrecen 100 por ciento de protección contra UVA y UVB durante todo el año.

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