• Combinado nacional cayó 3-0 ante los cafetaleros

Por Meribeth Campos

En una tarde desafiante, la Selección de Costa Rica cayó 3-0 frente a una dinámica y robusta Colombia. El partido, celebrado con gran expectación, puso de manifiesto las debilidades defensivas y la falta de cohesión en el equipo costarricense.

Desde los primeros minutos, Colombia se mostró superior, aprovechando la velocidad y precisión de sus jugadores para presionar a la defensa costarricense. Un error temprano de Patrick Sequeira, quien cometió un penal tras una salida precipitada, permitió a Colombia abrir el marcador. Aunque Sequeira logró una destacada parada a James Rodríguez más adelante, el daño ya estaba hecho.

El medio campo costarricense, con Brandon Aguilera y Orlando Galo en posiciones cruciales, no logró establecer el control necesario para frenar los ataques colombianos ni para crear oportunidades ofensivas. La desconexión entre las líneas de defensa y ataque fue evidente, con jugadores como Álvaro Zamora y Warren Madrigal luchando por encontrar su ritmo.

Los defensores, liderados por Francisco Calvo, tuvieron una tarde difícil. Pese a algunos momentos de solidez, los errores en la marca y las desatenciones permitieron a Colombia capitalizar con dos goles más, consolidando su dominio en el campo.

Los cambios tácticos en el segundo tiempo, incluyendo la entrada de Joel Campbell y Joseph Mora, no fueron suficientes para cambiar el rumbo del partido. Colombia mantuvo su presión y aseguró su victoria con un tercer gol, sellando el destino de La Sele.

La derrota subraya la necesidad de ajustes significativos para el equipo costarricense. El cuerpo técnico deberá trabajar intensamente para corregir los errores y preparar una estrategia más sólida de cara a futuros enfrentamientos. La velocidad y precisión de Colombia expusieron las carencias de Costa Rica, pero también ofrecieron lecciones valiosas para mejorar.

Con un próximo encuentro contra Paraguay, Costa Rica tiene una oportunidad para redimirse y demostrar un desempeño más cohesivo y efectivo. La contundente derrota ante Colombia debe servir como motivación para reforzar su juego y recuperar la confianza en el equipo.

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