- Lo que se aprende y el proceso en cómo se genera el aprendizaje son elementos tan importantes como el acceso a la educación.
Si bien las opciones educativas en el mercado cada día se incrementan: escuelas, colegios, universidades e institutos de idiomas, entre otros, resulta complejo que los padres de familia y estudiantes en general puedan medir la calidad real de la materia en los programas de educación que se les imparte, y aún más difícil establecer si esta educación es una inversión para un futuro mejor.
Desde el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (INTECO) se ha desarrollado una herramienta para que todos las empresas de: centros educativos de preescolar, primaria, secundaria, públicos o privados, universidades, centro de educación de adultos, escuela de educación especial, educación y capacitación vocacional, centros de tutorías, consultores y proveedores de servicios de educación no formal, entre otros; puedan demostrar a sus clientes que, efectivamente, los conocimientos impartidos están fundamentados en un sistema de gestión enfocado en la calidad de las organizaciones educativas.
“Entendemos que una educación de calidad es aquella que forma mejores seres humanos y les genera oportunidades legítimas de progreso y prosperidad al desarrollar habilidades y competencias en las personas estudiantes que también repercute en el país, por esta razón es fundamental trabajar en el fortalecimiento de la calidad de los servicios relacionados a la educación, capacitación, formación, etc. ofrecidos en por las diferentes organizaciones”, explicó Jhon Venegas, gestor de proyectos de normalización en INTECO.
El manejo del idioma inglés, por ejemplo, facilita mejores condiciones laborales, según lo detallado en el estudio sobre “Los beneficios laborales del bilingüismo en Costa Rica” realizado por el Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica, que demostró que las personas con dominio de este idioma ganan hasta ¢234 mil colones más por mes, además que obtienen mejores condiciones laborales que aquellas personas, con características de edad, formación académica y condición social similar , pero que no dominan este segundo idioma.
Sin embargo, la calidad de los programas de educación en el aprendizaje de este idioma debe necesariamente ser demostrada por aquellas organizaciones que imparten los cursos, de manera que den certeza a sus clientes de que realmente lo que aprenden, y las formas en que sucede ese proceso de aprendizaje, va a darles los aspectos que las empresas buscan como fluidez, pronunciación y escritura al nivel adecuado.
“Parte de entender el concepto de educación de calidad es comprender que lo que se aprende y el proceso en cómo se genera el aprendizaje son elementos tan importantes como el acceso a la educación, pues son las herramientas que generan esas oportunidades en el ámbito laboral que buscamos cuando decidimos aprender o mejorar el idioma. Por lo cual instamos a todas las organizaciones a demostrar su nivel de calidad y asegurarles a sus clientes que realmente el aprendizaje adquirido será de valor para sus futuros profesionales”, señaló Venegas.
La educación tiene el poder de cambiar la vida de una persona, de las familias, comunidades, países, y, por supuesto el futuro del planeta depende de esto: es un derecho humano y una responsabilidad colectiva. Con una educación de calidad, inclusiva y equitativa, de oportunidades de aprendizaje, los países lograrán alcanzar la igualdad de género y romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.
Todas las organizaciones educativas que proporcionan comparten y facilitan la construcción de conocimiento a través de la enseñanza, la capacitación o la investigación, independientemente del tipo, tamaño y el producto y servicio ofrecido pueden obtener la certificación INTE/ISO 21001:2018 para garantizar a sus clientes el compromiso con la calidad de estos servicios.
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