- El cambio también cuenta con una nueva experiencia del voluntariado y en la innovación de vivienda, hábitat y comunidades resilientes al cambio climático.
Con el fin de superar la situación de pobreza que atraviesan cerca de 183 millones de personas en los asentamientos populares de Latinoamérica y el Caribe, TECHO renueva su compromiso social por medio de una renovación de la marca.
La organización invita a toda la comunidad a ser parte del lanzamiento de este emocionante viaje de transformación. No es solo el comienzo de una nueva etapa en la historia de TECHO, sino también una invitación abierta a unirse a este movimiento de cambio, solidaridad y esperanza.
La renovación contempla el compromiso con la población de los asentamientos humanos del continente y la juventud, por lo que, como parte de sus objetivos, la organización pretende cerrar este 2024 con 1500 voluntarios jóvenes, dentro del rango de edad de 16 y 23 años.
Por medio del trabajo conjunto, se atienden las problemáticas actuales que enfrentan las comunidades como acceso y saneamiento del recurso hídrico, infraestructura comunitaria y el acercamiento de las familias a una vivienda digna.
Los interesados en apoyar esta causa social pueden solicitar más información a través de los medios de contacto y el seguimiento de las redes sociales de TECHO en Facebook, Twitter, Instagram, Tiktok y LinkedIn.
“El entorno social está en constante transformación. Hoy más que nunca, necesitamos reforzar el vínculo con las nuevas generaciones, por lo que las convocamos a ser agentes de cambio. El poder del hacer y ayudar que se genera día a día en TECHO les da más fuerza para soñar y realizar grandes cosas. Juntos superaremos la pobreza en Latinoamérica y el Caribe, y vamos a empezar ahora, paso a paso, hasta alcanzar nuestro objetivo”, menciona Sigrith Solera, directora Ejecutiva de TECHO Costa Rica.
La renovación de marca de TECHO no es solo un cambio visual; la organización presenta una redefinición de procesos claves como la experiencia del voluntariado y de los diseños de las viviendas, el urbanismo y la atención de necesidades básicas como los principales proyectos de la organización para resonar con las dinámicas cambiantes del mundo, especialmente el cambio climático y las expectativas de las nuevas generaciones. Se busca construir un futuro donde cada familia pueda vivir en un hogar seguro y sostenible, resistente ante los desafíos de las diversas crisis climáticas. Este proceso refleja una adaptación estratégica al ritmo de los tiempos, centrándose en el empoderamiento juvenil, el aprendizaje práctico y el “hacer” como fundamentos de su filosofía.
El poder del “hacer” colectivo va más allá de la ejecución de un proyecto, pues cada aporte es una contribución a la transformación de la realidad actual hacia un futuro libre de desigualdad social. Para ello, la organización se centra en soluciones de vivienda y hábitat, y fortalece las capacidades comunitarias. La construcción de un huerto, un baño, una casa o un centro comunitario hacen del movimiento colectivo una poderosa herramienta.
“Ante este panorama, iniciamos un nuevo capítulo con un compromiso renovado hacia la adaptación de nuestra labor ante el cambio climático con una respuesta inmediata ante cada desastre. No obstante, nuestra visión va más allá de la respuesta reactiva: hemos emprendido un riguroso proceso de investigación para comprender con mayor profundidad cómo el cambio climático afecta la vida cotidiana de las familias. Este conocimiento nos guía para mejorar las viviendas que construimos, haciéndolas no solo más resilientes ante inundaciones y temperaturas extremas sino también más accesibles y con una menor huella de carbono”, asegura Solera.
TECHO también anuncia su Visión 2030, que marca un punto objetivo de medio plazo: transformar la realidad de 1 millón de personas en América Latina y el Caribe que dejaron de vivir en un piso de tierra. Esta meta refleja no solo una aspiración, sino un compromiso firme con la acción y la movilización.
Transformando realidades.
Según la CEPAL, aproximadamente 183 millones de personas viven en situación de pobreza en América Latina y, según el último reporte de ONU Habitat, más de la mitad de estas personas – 95 millones – viven en asentamientos populares con falta de acceso a viviendas dignas y servicios básicos como agua y luz.
Las condiciones del entorno y la calidad de vida de las personas presentan retos significativos a superar. De acuerdo con estudios realizados por TECHO, se estima que 1 de cada 2 asentamientos no cuenta con conexión al servicio de agua potable, 1 de cada 3 no tiene conexión eléctrica formal y cerca del 75% de habitantes cuenta con tenencia irregular del terreno, lo que dificulta el desarrollo de las familias que los habitan.
“El reto es grande, pero el compromiso es mayor, por eso, desde hace 25 años más de 1.4 millones de personas se han sumado al voluntariado en TECHO. Ahora queremos incentivar a más miembros para que nos acompañen en este nuevo momento histórico para la institución y exploten su capacidad de crear y transformar. Estamos convencidos de que juntos podremos superar la pobreza en Latinoamérica y Caribe, y vamos a empezar ahora, paso a paso, sin detenernos”, finaliza Solera.
