Por: Meribeth Campos
- Ticos vencieron 2-1 a Paraguay en su último encuentro en Copa América.
La participación de la Selección de Costa Rica en la Copa América culminó con una victoria que dejó una sensación de esperanza entre los aficionados. En un torneo marcado por el cambio generacional, el equipo de Gustavo Alfaro cerró su campaña con un triunfo 2-1 ante Paraguay. Este resultado, aunque no suficiente para avanzar a los cuartos de final, demostró que la Tricolor está en el camino correcto y que el futuro se ve prometedor.
El partido contra Paraguay mostró dos caras distintas de la Selección. En la primera mitad, Costa Rica desplegó un juego ofensivo y dinámico, reflejado en un marcador de 2-0 gracias a los goles tempraneros de Francisco Calvo y Josimar Alcócer. Este comienzo fulgurante ilusionó a los aficionados, quienes comenzaron a soñar con una posible clasificación.
Sin embargo, la segunda mitad fue dominada por Paraguay, quienes lograron descontar al minuto 55 con un gol de Ramón Sosa. A pesar de la presión constante, Costa Rica supo aguantar el resultado y sellar una victoria que, aunque simbólica, refuerza la fe en el proceso liderado por Alfaro.
Un punto que ha generado debate entre los seguidores es la falta de minutos para el joven talento Kenneth Vargas. Considerado una de las promesas más brillantes del fútbol costarricense, Vargas no tuvo la oportunidad de demostrar su potencial en el torneo. Muchos se preguntan qué impacto podría haber tenido su participación en los partidos disputados.
A pesar de esta omisión, la Copa América ha servido para que otros jóvenes como Orlando Galo y Josimar Alcócer se consoliden como figuras importantes del equipo. Galo, con su visión y creatividad, y Alcócer, con su velocidad y capacidad de definición, han dejado claro que el futuro de la Tricolor está en buenas manos.
Costa Rica terminó tercera en el Grupo D, con cuatro puntos tras empatar sin goles ante Brasil, caer 3-0 contra Colombia y triunfar 2-1 frente a Paraguay. Aunque el equipo no avanzó a la siguiente fase, la experiencia adquirida y las lecciones aprendidas serán fundamentales para el desarrollo del proyecto de Alfaro.
La Tricolor despide la Copa América con la cabeza en alto, demostrando que hay talento joven listo para tomar las riendas y llevar a Costa Rica a nuevas alturas. Los aficionados tienen razones para creer y soñar con un futuro brillante para el fútbol costarricense.
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